Estimados todos,

sabemos que, desde que el mundo es mundo, atender a los clásicos ha sido siempre un acto de sabiduría y modestia que honra a quien lo hace y ensalza la tradición.

En estos días de ira y convulsión, y ante la creciente ola de furioso desconcierto que llena la vida política y social de esa España de la bronca, el pataleo, la conspiración y el rasgarse las vestiduras ante los lances del rojerío y el nacionalismo, nada más sabio que recurrir a los clásicos de siempre en busca de la paz y el sosiego...

Hola, no soy David el Gnomo. Soy Sócrates, y seguro que me recordarán por
"Los diálogos" o "Leaving Atenas"...


En fin, que ante la duda, hay que volver a lo de siempre, lo tradicional, a la sabiduría de antaño. Y en esto, el saber popular hispano es tajante: qué alguien te disgusta, molesta, irrita... patada en los huevos. Ni puñetazo en los dientes, ni mordisco en la oreja. Lo de siempre, lo que el sargento chusquero recomendó hasta la saciedad, lo que la literatura de toda la vida ha referido en innumerables ocasiones, ese meme de la violencia viril que, más allá de su efectividad funcional, siempre provoca la risa de chicos y grandes...

"¡Ja, ja, ja!"

P.D.: Por cierto, ¿no os recuerda el Sr. Aguirre a otro gran personaje, entregado desde muy joven a la comedia y que hizo de la diversión del prójimo su camino y del "¿¡Cómo están ustedeeees!?" su peculiar grito de guerra?

Hombre, la expresión es menos crispada, pero tiene una retirada...

Endogamia Virtual: ¡Con un par!

1 comentarios:

Pansete dijo...

- ¡Hola, Don Pepito!
- ¡Hola, Don José!
- Si fuera tan amable, póngase bien que voy a meterle una patada en los huevos de agárrate(los) y no te menees...
- ¡Claro que sí, Don José, con sumo gusto!

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