Estimados todos,
tras meses de silencio y reflexión, me permito volver a publicar en este foro de incomparable sapiencia que es Endogamia Virtual para reivindicar, a través de un ilustrativo cuento, a la injustamente denostada figura de Vladimir Putin.
Érase una vez un zar del que se decía que era un tipo un tanto expeditivo y algo chulesco en sus declaraciones y que, en las formas, apenas podía evitar recordar a su pueblo que un día fue un eficiente servidor del Estado al servicio del KGB...
Un día, el zar, cansado de oir siempre la misma cantinela sobre su persona, decidió mostrar a todos que era bueno y simpático y un demócrata convencido, y nombró un sucesor al trono al que llamó Medvedev...
El zar, que sabía que Medvedev era bueno pero algo tonto, pensó: "¿Qué será de mi amado pueblo si el bueno de Medvedev no sabe gobernar y se vende el país a un grupo de oligarcas?", con lo que decidió no perder de vista al nuevo zar y se hizo nombrar por el propio Medvedev Primer Ministro del Zar. Y así, el zar Vladimir, el bueno del zar Vladimir, hizo lo que todo demócrata de bien habría hecho en su situación: ceder el poder al más tonto y sumiso para seguir mandando desde la retaguardia, fingiendo pleitesía al jefe por él nombrado para, un día -a no mucho tardar-, regresar entre vítores a servir al pueblo al que tanto y tanto ama...
Y colorín colorado, este cuento ruso se ha acabado. Aunque, pensándolo bien, creo que también existe una versión hispana del cuento...
Endogamia Virtual: Yo Maquiavelo, tú maquiavelas...
5 comentarios:
Reconeguin-ho: Putin és un tòtem per a vostès.
Jo encara diria més: Putin és un tòtem per a nosaltres.
Es el nostre Pare Espiritual. Igual que Lenin ho va ser dels camperols d'Ubekistán, Putin ho és dels... eh... a que ens dediquem nosaltres exactament?
Ens dediquem al "dolce fare niente", amic... No se'n recorda?
Ah, si, això... es que em distrec fàcilment...
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